Cuento

Alondra necesitaba respirar hondo esos días. Se sentía muy triste, como si algo que llevaba tiempo temiendo fuese a pasar de forma inminente. Conectaba con una tristeza profunda que le inundaba de repente los ojos de lágrimas y tenía un nudo muy grande en el pecho. Sentía el corazón hecho trizas, pero esta sensación ya la conocía, no era la primera vez.

De nuevo, su sombra la acechaba con toda su oscuridad y el miedo se apoderaba de ella. Sabía que ahí dentro, había una luz, estaba segura, ya la había visto en otras ocasiones, solo que ahora estaba escondida y ensombrecida.

Pensó que de eso se trata el viaje de la vida, de tratar de encontrar esa luz de ahí dentro, a pesar las sombras, y esperaba volver a poder compartir momentos de alegrías y de esperanza con aquellas personas que habían visto esa luz en ella.

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