Parar el tiempo

De todos los momentos que he vivido desde esta foto, volvería a éste, y pararía el tiempo ahí, en ese lugar. Me dejaría atravesar de nuevo por las sensaciones y emociones que me atravesaban entera, por el misterio de no saber qué iba a pasar, por ese cosquilleo que me recorría todo el cuerpo y que no puedo explicar con palabras porque hay cosas que no son de explicar, son de sentir.

Y ese día fue distinto, distinto a todos los días anteriores del mundo. Con cuánta emoción lo vivía. Estaba donde quería estar, con quien quería estar y nada más me importaba en ese presente tan intenso y tan inmenso, en aquel momento tan corto, y tan lejano ahora.

¿Cuántas cosas han pasado desde ese instante? ¿Cuántos sueños se me han roto?

Si tuviese el poder, pararía el tiempo en esa foto durante un día eterno, para tocarlo con mis manos y saber si fue real, para bajarlo de las nubes, para bajarnos de las nubes, me hubiera gustado guardarlo junto al hielo y los guisantes en el congelador para no perderlo nunca, para conservarlo fresco.

Recuerdo la ilusión y la emoción con la que viví ese día como algo que no se ha vuelto a repetir desde entonces de esa forma.

Dentro de mi hay un montón de pedacitos de ilusiones rotas de todos los colores posibles, y la banda sonora es de Depedro.

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